El bulto de mi visita: historia de tensión sexual

lolomolo10

Cherished Member
Joined
Feb 7, 2023
Posts
14
Media
0
Likes
327
Points
58
Location
El Molar, Madrid,Spain
Sexuality
90% Straight, 10% Gay
Existe un red virtual para viajeros y anfitriones que empecé a usar desde que tenía 19 años, he hospedado a muchas personas a lo largo de estos años pero una experiencia en particular me marcó mucho.

Recibí la solicitud de Jonathan, un viajero de 22 años, jugador de fútbol americano, que medía 1.90 m., tenía cara de ángel y un cuerpo de ensueño, venía desde Los Ángeles, California y solicitó hospedarse conmigo, en aquel tiempo yo no tenía claro de qué manera me atrían los chicos, pero mi pene había crecido tanto el último año (duplicó su tamaño) que tenía curiosidad por mirar otros penes, y si eran grandes mejor. Acepté la solicitud de Jonathan.

Cuando llegó a mi departamento quedé mudo, él era aún más guapo de lo que parecía en las fotografías de su perfil y además era encantador, tenía un voz profunda y gruesa, era un tipo muy masculino, sensual y olía delicioso. Enseguida hice que pasara a la habitación que compartiríamos, había dos camas juntas, una para cada uno. Le ofrecí snacks, cerveza y conversábamos mientras yo me perdía en su sonrisa amplia y perfecta, sus ojos eran enormes, verdes y sus pestañas y cejas pobladas, muy oscuras; tenía brazos gigantes, unos pectorales adónicos y sus pantalones cortos dejaban entrever ese par de piernas atléticas bellísimas y ligeramente bronceadas. él seguramente notó mi timidez e intentaba ser gracioso y amable, empecé a sentirme muy cómodo con su compañía pero a la vez, me sentía exageradamente atraído hacia él.

Enseguida dijo que se daría una ducha porque tardó 13 horas en llegar a la ciudad desde su último destino, así que le ofrecí una toalla, me agradeció y se dirigió al baño privado de la habitación, cerró la puerta pero no completamente, dejó un mediano espacio entreabierto y empezó a desvestirse. No podía verlo completamente, pero apenas se sacó su camiseta yo ya estaba muy erecto y mojado, luego pude ver que se bajaba su pantalón corto y yo sentía que mi cabeza estallaba, estaba sofocado, esa sensación que uno solo siente cuando es joven e inexperto. Se quedó con el bóxer puesto y se metió a la ducha, la abrió y pasados unos segundos escuché su voz llamándome:

- "Fer, ¿podés ayudarme a poner el agua caliente? No sé cómo funciona aquí"

Me acerqué, por supuesto después de haber acomodado mi pene en el pantalón para que él no notara lo duro que estaba. Lo vi, risueño y avergonzado luciendo un bóxer Calvin Klein blanco, que al contacto con el primer chorro de agua de ducha, facilitaba ver a través de él: un pene flácido enorme y bolas voluptuosas. No pude disimular bajar la mirada y sentirme extremadamente nervioso por la tensión sexual que el momento generaba, él lo notó también, estoy seguro. Solucionamos el problema del agua caliente y salí para que él pudiera bañarse.

Pasaron 10 minutos y salió con la toalla amarrada a su cintura, marcando la silueta de su enorme pito y bolas, a estas alturas, yo ya no sabía qué hacer, jaja, seguramente me puse tan rojo que él me preguntó:

- ¿Estás bien? ¿Quieres que me cambie dentro del baño?

- N... NO, tranquilo, estoy bien, siéntete en casa, como tú prefieras, con confianza.

Continuó secándose sentado en la cama, de espaldas hacía mí, mientras yo fingía que trabajaba en mi ordenador. No pude ver nada porque se puso su bóxer nuevo sin sacarse la toalla y luego una camisetilla, pero se quedó así, sin ponerse pantalón. Tomamos un par de cervezas más y seguimos platicando a gusto, me contaba sobre sus viajes y aventuras, entonces empecé a notar cómo de manera intermitente se agarraba su enorme bulto para "acomodarlo". Aumentó notablemente la confianza y de repente, él me dice:

- Pude leer en tu perfil que estudias para ser doctor, ¿puedo hacerte una consulta?

- ¡Claro! Con mucho gusto.

- Espero que no te incomode, pero creo que eres la persona indicada para preguntar, pues a ver, resulta que tengo un problema con mis bolas. Creo que son demasiado grandes y la izquierda es visualmente más grande que la derecha, ¿es eso un problema?

- Pu...pues n... no no, en realidad siempre un testículo es más grande que el otro, por naturaleza, ahora, lo del tamaño de tus testículos, no te puedo decir.

- Si estás de acuerdo, te los muestro, sin compromiso, jajaja -bromeó-.

- Veamos - agregué, fingiendo control-.

Se puso se pies, levantó y estiró hacia afuera la manga derecha de su bóxer y dejó caer sus testículos, eran enormes de verdad, pasaron dos segundos hasta que dejaran de balancearse, su escroto era rosado y perfectamente depilado. Me miraba con una preudosonrisa sardónica y yo agachaba la cabeza sin saber qué decir, así que me acerqué para revisarlos, los tomé con mi mano derecha e hice una palpación discreta... mi cara estaba unos 30 centíimetros de sus bolas y podía sentir ese delicioso aroma de pubis masculino después de un baño. Pero lo que más me llamaba la atención era el enorme bulto que hacía su pene -no erecto-, aún cubierto por el bóxer, era gigante, y que lo diga yo, que tengo un pene enorme, es bastante...

La historia se pone más interesante luego, ¡Ya los actualizaré!
 

Floops

Just Browsing
Joined
Mar 28, 2021
Posts
4
Media
0
Likes
0
Points
11
Location
Barcelona (Catalonia, Spain)
Sexuality
50% Straight, 50% Gay
Gender
Male
Existe un red virtual para viajeros y anfitriones que empecé a usar desde que tenía 19 años, he hospedado a muchas personas a lo largo de estos años pero una experiencia en particular me marcó mucho.

Recibí la solicitud de Jonathan, un viajero de 22 años, jugador de fútbol americano, que medía 1.90 m., tenía cara de ángel y un cuerpo de ensueño, venía desde Los Ángeles, California y solicitó hospedarse conmigo, en aquel tiempo yo no tenía claro de qué manera me atrían los chicos, pero mi pene había crecido tanto el último año (duplicó su tamaño) que tenía curiosidad por mirar otros penes, y si eran grandes mejor. Acepté la solicitud de Jonathan.

Cuando llegó a mi departamento quedé mudo, él era aún más guapo de lo que parecía en las fotografías de su perfil y además era encantador, tenía un voz profunda y gruesa, era un tipo muy masculino, sensual y olía delicioso. Enseguida hice que pasara a la habitación que compartiríamos, había dos camas juntas, una para cada uno. Le ofrecí snacks, cerveza y conversábamos mientras yo me perdía en su sonrisa amplia y perfecta, sus ojos eran enormes, verdes y sus pestañas y cejas pobladas, muy oscuras; tenía brazos gigantes, unos pectorales adónicos y sus pantalones cortos dejaban entrever ese par de piernas atléticas bellísimas y ligeramente bronceadas. él seguramente notó mi timidez e intentaba ser gracioso y amable, empecé a sentirme muy cómodo con su compañía pero a la vez, me sentía exageradamente atraído hacia él.

Enseguida dijo que se daría una ducha porque tardó 13 horas en llegar a la ciudad desde su último destino, así que le ofrecí una toalla, me agradeció y se dirigió al baño privado de la habitación, cerró la puerta pero no completamente, dejó un mediano espacio entreabierto y empezó a desvestirse. No podía verlo completamente, pero apenas se sacó su camiseta yo ya estaba muy erecto y mojado, luego pude ver que se bajaba su pantalón corto y yo sentía que mi cabeza estallaba, estaba sofocado, esa sensación que uno solo siente cuando es joven e inexperto. Se quedó con el bóxer puesto y se metió a la ducha, la abrió y pasados unos segundos escuché su voz llamándome:

- "Fer, ¿podés ayudarme a poner el agua caliente? No sé cómo funciona aquí"

Me acerqué, por supuesto después de haber acomodado mi pene en el pantalón para que él no notara lo duro que estaba. Lo vi, risueño y avergonzado luciendo un bóxer Calvin Klein blanco, que al contacto con el primer chorro de agua de ducha, facilitaba ver a través de él: un pene flácido enorme y bolas voluptuosas. No pude disimular bajar la mirada y sentirme extremadamente nervioso por la tensión sexual que el momento generaba, él lo notó también, estoy seguro. Solucionamos el problema del agua caliente y salí para que él pudiera bañarse.

Pasaron 10 minutos y salió con la toalla amarrada a su cintura, marcando la silueta de su enorme pito y bolas, a estas alturas, yo ya no sabía qué hacer, jaja, seguramente me puse tan rojo que él me preguntó:

- ¿Estás bien? ¿Quieres que me cambie dentro del baño?

- N... NO, tranquilo, estoy bien, siéntete en casa, como tú prefieras, con confianza.

Continuó secándose sentado en la cama, de espaldas hacía mí, mientras yo fingía que trabajaba en mi ordenador. No pude ver nada porque se puso su bóxer nuevo sin sacarse la toalla y luego una camisetilla, pero se quedó así, sin ponerse pantalón. Tomamos un par de cervezas más y seguimos platicando a gusto, me contaba sobre sus viajes y aventuras, entonces empecé a notar cómo de manera intermitente se agarraba su enorme bulto para "acomodarlo". Aumentó notablemente la confianza y de repente, él me dice:

- Pude leer en tu perfil que estudias para ser doctor, ¿puedo hacerte una consulta?

- ¡Claro! Con mucho gusto.

- Espero que no te incomode, pero creo que eres la persona indicada para preguntar, pues a ver, resulta que tengo un problema con mis bolas. Creo que son demasiado grandes y la izquierda es visualmente más grande que la derecha, ¿es eso un problema?

- Pu...pues n... no no, en realidad siempre un testículo es más grande que el otro, por naturaleza, ahora, lo del tamaño de tus testículos, no te puedo decir.

- Si estás de acuerdo, te los muestro, sin compromiso, jajaja -bromeó-.

- Veamos - agregué, fingiendo control-.

Se puso se pies, levantó y estiró hacia afuera la manga derecha de su bóxer y dejó caer sus testículos, eran enormes de verdad, pasaron dos segundos hasta que dejaran de balancearse, su escroto era rosado y perfectamente depilado. Me miraba con una preudosonrisa sardónica y yo agachaba la cabeza sin saber qué decir, así que me acerqué para revisarlos, los tomé con mi mano derecha e hice una palpación discreta... mi cara estaba unos 30 centíimetros de sus bolas y podía sentir ese delicioso aroma de pubis masculino después de un baño. Pero lo que más me llamaba la atención era el enorme bulto que hacía su pene -no erecto-, aún cubierto por el bóxer, era gigante, y que lo diga yo, que tengo un pene enorme, es bastante...

La historia se pone más interesante luego, ¡Ya los actualizaré!
Necessito saber que paso luego
 

ColombianoEssen

Expert Member
Joined
Aug 28, 2023
Posts
29
Media
6
Likes
109
Points
28
Location
Essen, North Rhine-Westphalia,Germany
Sexuality
90% Gay, 10% Straight
Existe un red virtual para viajeros y anfitriones que empecé a usar desde que tenía 19 años, he hospedado a muchas personas a lo largo de estos años pero una experiencia en particular me marcó mucho.

Recibí la solicitud de Jonathan, un viajero de 22 años, jugador de fútbol americano, que medía 1.90 m., tenía cara de ángel y un cuerpo de ensueño, venía desde Los Ángeles, California y solicitó hospedarse conmigo, en aquel tiempo yo no tenía claro de qué manera me atrían los chicos, pero mi pene había crecido tanto el último año (duplicó su tamaño) que tenía curiosidad por mirar otros penes, y si eran grandes mejor. Acepté la solicitud de Jonathan.

Cuando llegó a mi departamento quedé mudo, él era aún más guapo de lo que parecía en las fotografías de su perfil y además era encantador, tenía un voz profunda y gruesa, era un tipo muy masculino, sensual y olía delicioso. Enseguida hice que pasara a la habitación que compartiríamos, había dos camas juntas, una para cada uno. Le ofrecí snacks, cerveza y conversábamos mientras yo me perdía en su sonrisa amplia y perfecta, sus ojos eran enormes, verdes y sus pestañas y cejas pobladas, muy oscuras; tenía brazos gigantes, unos pectorales adónicos y sus pantalones cortos dejaban entrever ese par de piernas atléticas bellísimas y ligeramente bronceadas. él seguramente notó mi timidez e intentaba ser gracioso y amable, empecé a sentirme muy cómodo con su compañía pero a la vez, me sentía exageradamente atraído hacia él.

Enseguida dijo que se daría una ducha porque tardó 13 horas en llegar a la ciudad desde su último destino, así que le ofrecí una toalla, me agradeció y se dirigió al baño privado de la habitación, cerró la puerta pero no completamente, dejó un mediano espacio entreabierto y empezó a desvestirse. No podía verlo completamente, pero apenas se sacó su camiseta yo ya estaba muy erecto y mojado, luego pude ver que se bajaba su pantalón corto y yo sentía que mi cabeza estallaba, estaba sofocado, esa sensación que uno solo siente cuando es joven e inexperto. Se quedó con el bóxer puesto y se metió a la ducha, la abrió y pasados unos segundos escuché su voz llamándome:

- "Fer, ¿podés ayudarme a poner el agua caliente? No sé cómo funciona aquí"

Me acerqué, por supuesto después de haber acomodado mi pene en el pantalón para que él no notara lo duro que estaba. Lo vi, risueño y avergonzado luciendo un bóxer Calvin Klein blanco, que al contacto con el primer chorro de agua de ducha, facilitaba ver a través de él: un pene flácido enorme y bolas voluptuosas. No pude disimular bajar la mirada y sentirme extremadamente nervioso por la tensión sexual que el momento generaba, él lo notó también, estoy seguro. Solucionamos el problema del agua caliente y salí para que él pudiera bañarse.

Pasaron 10 minutos y salió con la toalla amarrada a su cintura, marcando la silueta de su enorme pito y bolas, a estas alturas, yo ya no sabía qué hacer, jaja, seguramente me puse tan rojo que él me preguntó:

- ¿Estás bien? ¿Quieres que me cambie dentro del baño?

- N... NO, tranquilo, estoy bien, siéntete en casa, como tú prefieras, con confianza.

Continuó secándose sentado en la cama, de espaldas hacía mí, mientras yo fingía que trabajaba en mi ordenador. No pude ver nada porque se puso su bóxer nuevo sin sacarse la toalla y luego una camisetilla, pero se quedó así, sin ponerse pantalón. Tomamos un par de cervezas más y seguimos platicando a gusto, me contaba sobre sus viajes y aventuras, entonces empecé a notar cómo de manera intermitente se agarraba su enorme bulto para "acomodarlo". Aumentó notablemente la confianza y de repente, él me dice:

- Pude leer en tu perfil que estudias para ser doctor, ¿puedo hacerte una consulta?

- ¡Claro! Con mucho gusto.

- Espero que no te incomode, pero creo que eres la persona indicada para preguntar, pues a ver, resulta que tengo un problema con mis bolas. Creo que son demasiado grandes y la izquierda es visualmente más grande que la derecha, ¿es eso un problema?

- Pu...pues n... no no, en realidad siempre un testículo es más grande que el otro, por naturaleza, ahora, lo del tamaño de tus testículos, no te puedo decir.

- Si estás de acuerdo, te los muestro, sin compromiso, jajaja -bromeó-.

- Veamos - agregué, fingiendo control-.

Se puso se pies, levantó y estiró hacia afuera la manga derecha de su bóxer y dejó caer sus testículos, eran enormes de verdad, pasaron dos segundos hasta que dejaran de balancearse, su escroto era rosado y perfectamente depilado. Me miraba con una preudosonrisa sardónica y yo agachaba la cabeza sin saber qué decir, así que me acerqué para revisarlos, los tomé con mi mano derecha e hice una palpación discreta... mi cara estaba unos 30 centíimetros de sus bolas y podía sentir ese delicioso aroma de pubis masculino después de un baño. Pero lo que más me llamaba la atención era el enorme bulto que hacía su pene -no erecto-, aún cubierto por el bóxer, era gigante, y que lo diga yo, que tengo un pene enorme, es bastante...

La historia se pone más interesante luego, ¡Ya los actualizaré!
Que paso luego ?:heart_eyes: